Entrevista Margarita Cedeño de Fernandez

¿Cómo se define Margarita Cedeño de Fernández?

Como un ser humano sensible y responsable, con una gran capacidad de trabajo y deseo de contribuir positivamente a cambiar lo que se puede cambiar. Una mujer que ama la familia, que cree en Dios y sus enseñanzas y que quiere predicar con el ejemplo.

¿Qué ha significado para usted ocupar la posición de Primera Dama?

La posibilidad de trabajar desde otro escenario por el bien común y de honrar el compromiso social que representa para cualquier ciudadano dominicano ocupar una función de carácter público, a través de acciones orientadas a cambiar las condiciones de extrema pobreza en que vive la mayoría de las y los dominicanos.

¿Por qué ha asumido un rol más activo que otras primeras damas?

Todas las personas son diferentes. Los tiempos son diferentes. Creo que simplemente soy como la mujer de hoy. Las mujeres de este tiempo se preparan, asumen retos y son capaces de competir en cualquier área del conocimiento.

¿Qué opinión le merece la política?

La política es una ciencia hermosa y noble. Sin embargo, a través de los años, ha sido desacreditada por la mala actuación de hombres y mujeres que la han ejercido de forma incorrecta, con sus honrosas excepciones, por supuesto. En países como el nuestro, en vías de desarrollo, donde las instituciones son débiles y la práctica política tradicional ha dejado mucho que desear, la política permea toda actividad, pero también hay gente que trabaja por amor al prójimo y por respeto a la dignidad del ser humano.

¿Cree que la sociedad dominicana está preparada para tener una mujer como presidente?

No conozco aún ningún estudio de opinión o sociológico sobre el este tema, pero la propia sociedad se encargará de responder, en su debido momento. Lo que sí puedo decir es que las y los dominicanos han crecido y han cambiado, desde mi óptica, sus parámetros de evaluación para escoger a sus líderes. Han ido fortaleciendo un sentido de criticidad positiva hacia la labor de las y los líderes; de la historia política, del desarrollo económico y social de nuestro pueblo, y están en capacidad de hacer cambios que se correspondan con sus expectativas a este respecto. Hemos tenido el ejemplo en los procesos electorales de los últimos veinte años. Las y los dominicanos han asumido con responsabilidad y sabiduría su derecho al voto y lo han ejercido soberana y decididamente. Cuando estén preparados para tener una mujer como presidente, la propia sociedad lo hará saber, ya tuvimos una Vicepresidenta y estuvimos contentos, creo que en todo caso, sólo nos pondremos acorde con muchos otros países que están siendo liderados por mujeres.

¿Qué opinión tiene de estas tres mujeres:

Hillary Clinton, Michelle Bachelet y Violeta Chamorro? Son, precisamente, elevados ejemplos de lo que estamos señalando. Violeta llegó a la presidencia coyunturalmente, pues su asesinado esposo, el periodista Pedro Chamorro, se erigió en un símbolo de la lucha contra la dictadura de Somoza, pero luego demostró en el ejercicio del Estado mucha entereza, habilidad para mantener la paz y conducir un proceso que aliviara las profundas heridas de un conflicto armado interno que dividió a su país. Jugó magistralmente el papel que tenía que realizar en su momento. A Michelle Bachellet la vemos tratando de conducir a Chile hacia mejores estadios de desarrollo y modernidad, con una autoridad sorprendente y gran madurez. Hillary Clinton se encuentra en la cima de su carrera política y no dudo de que será la próxima presidenta de los Estados Unidos, tal y como señalan las encuestas. Son mujeres admirables, cada una en su tiempo y en sus circunstancias.

¿A cuáles mujeres admira Margarita Cedeño de Fernández?

En mi vida como en la historia existen muchas mujeres admirables. Mi madre, está en primer lugar, porque ella ha sido fuente donde he abrevado virtudes y valores que forman parte esencial de mi formación y personalidad. Admiro a las mujeres de nuestra Independencia que aportaron su concurso de diferentes formas para hacer posible el nacimiento de la República, como son igualmente admirables las mujeres que se inmolaron por la causa de la libertad, en distintos momentos, y destaco el caso de Minerva Mirabal, abogada, pintora y una mujer de ideales, y sus hermanas Patria y María Teresa. Admirable fue Salomé Ureña, que cantó en su momento las amarguras de la patria y fundó el Instituto de Señoritas, notable institución educativa que impactó profundamente en la sociedad dominicana de finales del siglo XIX. También reconozco el aporte feminista e intelectual de Abigail Mejía y la dignidad y el decoro de doña Trina Moya de Vásquez, una de nuestras más destacadas Primera Dama de la República.

De los problemas sociales que tiene el país ¿cuál es el que más le preocupa?

Las líneas estratégicas del trabajo que realizo desde mi Despacho, pueden responder a esta inquietud suya. En primer lugar, la familia como núcleo social. Como espacio donde nuestros niños y niñas deben aprender a cultivar principios y valores que se habrán de fortalecer con una adecuada educación a través de los años. Por eso trabajamos desde la familia, por una sociedad en valores. Bajo esa misma sombrilla, nos enfocamos hacia la salud y la educación, en especial de los niños, niñas y adolescentes, pero muy especialmente en la mujer, como motor del cambio en sus familias. Nuestra preocupación es brindar las oportunidades necesarias para que todos los miembros de la familia en extrema pobreza tengan las capacidades y herramientas que les permiten ir trillando el camino hacia su desarrollo y progreso.

Salud y educación porque con esas dos logramos todo lo demás precisamente por eso hemos creado programas e iniciativas innovadoras donde llevamos a cabo acciones que no habían sido nunca implementadas y lo hacemos en favor de la familia como núcleo de toda sociedad.

Hemos creado océanos azules en favor de la clase menos favorecida además facilitamos a los empresarios cumplir con su responsabilidad social corporativa.

Sobre el tema de las menores embarazadas, ¿qué opinión tiene Usted? Según las últimas estadísticas consultadas, cerca de un 24% de las adolescentes han experimentado un embarazo. Desde el Despacho trabajamos en una estrategia interinstitucional en la cual intervienen 13 dependencias estatales en busca de reducir los índices de embarazo en las adolescentes. Nuevamente apelamos a la educación y concienciación como herramientas más eficaces para cambiar esta triste realidad.

De manera particular, desde el año pasado, en el Despacho implementamos el programa “Bebé, piénsalo bien”, que se enfoca hacia la prevención, a través de la concienciación y experimentación de las y los menores.

A través de un simulador de bebé, estudiantes de escuelas públicas y colegios privados experimentan la maternidad y paternidad responsable, trabajando tanto la parte emocional y racional. El simulador es programado para que se comporte como un niño, y así, a medida que el bebé va necesitando de atenciones, las va expresando. Llora si tiene hambre, si está mojado, etc. De esta forma, las y los adolescentes aprenden lo complejo del proceso y la responsabilidad que representa tener un hijo.

Primero se trabaja con los orientadores, los padres de familia, se imparten charlas de sensibilización y se trabaja en el proyecto de vida de las y los adolescentes. Finalmente, se les entregan los simuladores durante un fin de semana y el lunes siguiente, estos adolescentes deben retroalimentarnos a través de una encuesta y de toda la información que recibimos del chip del simulador. Todo esto nos permite medir el impacto del proyecto e ir haciendo cambios, de acuerdo a los resultados y a las mismas sugerencias de las y los adolescentes.

Los resultados son muy satisfactorios. Este proceso nos permite no sólo ir modificando la concepción de las y los adolescentes, sino orientar a los padres de familia en la forma de abordar los temas de sexualidad con sus hijos e hijas. Adicionalmente, sensibilizamos a los colegios sobre la importancia de impartir esta materia como cualquier otra.

Hasta el momento, el cien por ciento de las y los estudiantes ha coincidido en reconocer que la adolescencia no es la edad adecuada para tener hijos. Que no están preparados para ello, porque no es sólo atender al bebé, que en la mayoría de los casos se traduce en “no poder dormir”, sino de definir una serie de elementos como el presupuesto para su manutención, vacunarlos, la madurez física y psicológica de los padres, la capacidad de generar ingresos, tener donde vivir, entre otros.

¿Cómo le gustaría ser recordada?

Como una dominicana que hizo lo que podía y debía hacer en cada momento que le tocó, o a lo largo de su vida. Pienso que si todos y todas hiciéramos lo que debemos hacer, otra sería la realidad de nuestro pueblo.

¿Madre, Esposa y Primera Dama.

¿Cómo puede conjugar todas esas facetas? A eso le agregaría Profesional, porque no puedo, aunque quisiera, dejar de lado mi profesión, por la que siento gran pasión. Es muy difícil, pero cuando sabes deslindar una de la otra y organizarte, eres capaz de llenar cada una de esas facetas. Somos seres humanos integrales con roles diferentes. En cada rol Margarita Cedeño es Margarita Cedeño, y todos son importantes, aunque te diría que mi base y sostén es el de madre y esposa, con una formación de abogada y una vocación de servicio como Primera Dama.

¿Cuál es el mejor mensaje que usted puede dar a la mujer dominicana?

Que siga enriqueciendo su conocimiento, capacitándose, participando y llenando los espacios que le corresponde. Que asuma el rol o los roles, los que entienda que debe asumir, pero que lo haga con pasión y responsabilidad, sin traicionar nunca sus principios y teniendo siempre como norte su rol exclusivo (sólo de la mujer) y natural, el de ser madre, el de la familia.