miércoles, 8 de agosto de 2007

Hacia donde va nuestra sociedad? Editorial


¿Hacia dónde va nuestra sociedad?
Cada día ocurren cosas en nuestra sociedad, que nos llevan a hacernos esta pregunta, ¿hacia dónde va nuestra sociedad? vemos jóvenes que por una discución se van a los tiros, un automovilísta, por el simple hecho de rozarle su yipeta, persigue un motociclista y arrastra una niña de nueve años, dejándola inválida para siempre, en un hospital público, un obrero pierde una mano, por falta de hilo.

En Moca, conductores son apedreados por un grupo de vándalos, porque llevan días sin recibir agua. En nuestros partidos la gente honesta no tiene espacio, porque el dinero pesa más que su honestidad. Para el gobierno, tiene más prioridad comprar 10 aviones de guerra, que construirle un hospital a los pobres de la zona turística de Sosúa y Cabarete. En Gaspar Hernández una mujer abandona una bebé en una funda plástica y anda en la calle tan campante como ‘el Wiski aquel’ y en Cabarete, un mayor de la Policía tirotea una pareja de doctores, porque simplemente, le resultaron sospechosos, y al, “oficial”, no le pasa nada.

Oficiales de la Policía, integran bandas para asaltar camiones de mercancías;el hijo del destacado periodísta y fotógrafo Aliro Paulino va al malecón de Santo Domingo y pierde la vida, cuando su novia fue asaltada para despojarla de unas cadenas que, al final, eran de fantasía; en Sabaneta, Santiago Rodríguez un profesor mata una estudiante en plena escuela, y luego se suicida; en Villa Altagracia, una madre “para irse a bailar”, deja tres niños solos y encerrados con candado, se produce un fuego en la vivienda y los tres mueren calcinados, porque el camión de bomberos, no sirve.

En Santo Domingo, dos automovilistas realizan una carrera a las once de la mañana, en la transitada avenida Luperón, colisionan con un autobús del transporte público, dejando como resultado dos personas, muertas, entre ellas, una niña de apenas nueve años.
Nuestros ex militares, tienen que tirarse a las calles a protestar, porque no le pagan a tiempo el mísero salario que reciben, mientras que tenemos funcionarios cobrando salarios que sobrepasan el medio millón de pesos.

Todos estos hechos nos ponen al descubierto. Estamos dejando de ser una sociedad y nos estamos constituyendo en una selva, donde sólo podrán sobrevivir: los más fuertes.

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